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domingo, 8 de marzo de 2020

Escarmentados,... pero con alegría

Parece de locos, levantarse un domingo a las 6 de la mañana, recorrer en coche ciento y pico kilómetros, y no para ir de excursión, que también, sino para recorrer otros tantos kilómetros como en coche solo que esta vez, el vehículo es de dos ruedas, nuestra adorada y a veces odiada bicicleta.
Surge esta afrenta  por nuestros compromisos venideros, ya comentados en otros artículos, Bilbao y Bajo-Tiétar. La idea era tener un primer contacto real con la montaña o lo que es lo mismo hacer desnivel por narices, sin escapatoria posible, única manera de forzar la maquinaria y entrenar como es debido esta disciplina.
Hoy y apostando por lo más cercano que tenemos desde Tudela, acudimos en masa hasta la sierra de Guadarrama, nueve y un estropeado que se nos juntó al principio coincidiendo en la salida, fuimos los aguerridos de la ruta de hoy. El estropeado no es por su físico ni nada de eso, es un miembro del grupo de Valladolid "Los Estropeados" muy  conocidos en nuestro pueblo por avituallar en él cada fin de semana. Como decía, acudimos en buen número a esta nueva salida, ruta circular con dos puertos exigentes, y ciento dos kilómetros de por medio. Por orden, Salida desde Torrecaballeros, tras unos veinte kilómetros de hacer las piernas al sitio, comienza el puerto a pie del pueblo de Navafría, que lleva su nombre. Diez kilómetros de por medio y picando para arriba, esto buscábamos. Mientras tanto, por la otra vertiente, dos acompañantes más pero sin montura de ruedas, Eva y Susy, también acudieron con la intención de pasar el día solo que ellas fueron hasta Valsaín se hicieron los cuatro kilómetros que separan esta población de boca de asno, y vuelta. Un total de ocho y un paseo de 10.
Volviendo al pelotón y ya a media subida de Navafría, ya roto por las diferencias físicas, y es que este tipo de puertos, pone a cada uno en su sitio sin distinciones, si entrenas subes si no, también subes pero sufres. A pesar del ánimo de Juan Carlos dirigiéndose  a Miguel, y diciendo: " estás entero como el burro de Cachito", las risas casi nos paran.
 Sea por unas u otras causas, los más aventajados suben delante y el resto se reparte a lo largo del puerto, contando los kilómetros, mirando los carteles y hasta los baches de la carretera que en ocasiones de extrema escasez de fuerzas se hacen socavones imposibles de sobrepasar. Sea como fuera y cada uno con sus posibilidades se llegó arriba, reponer fuerzas y la foto en el indicativo de los metros ascendidos, dan el aviso de que hay que bajar y esta vez abrigado que hace frío. Se llega al final de esta rápida bajada al bonito pueblo de Lozoya, desde lo alto y en  plena bajada se puede divisar su embalse que da esplendor a la zona. A su margen transcurre la carretera que nos llevará hasta la localidad vecina de Rascafría, ésta es muy conocida en el mundillo ciclista por comenzar el puerto de Morcuera, un clásico de esta zona. También recordaremos su adoquinado, que hace saltar los tornillos de la bici durante todo el tramo que atraviesa el pueblo y te deja las manos como si estuvieras con un martillo neumático. Sarna con gusto no pica y así pasando por el monasterio del Paular, que allí se encuentra, comienza el otro gran reto del día: el puerto de Cotos esta vez un poco más largo que el anterior. La tónica fue la misma, los más entrenados sacan ventaja y el resto se dispersa en grupos de dos, tres o cuatro, a uno nunca se debe dejarle solo, esta sierra está llena de lobos.
Comunicándome con las chicas que por la hora estaban a punto de acabar su ruta, me dicen que vienen a nuestro encuentro hasta el alto de Cotos, por si hiciera falta algo, así fue, y con una sincronización casual y puntual, llegamos casi a la par. Solo apuntar que ellas en coche y el resto ya con las fuerzas justas, en nuestro vehículo de dos ruedas.  De nuevo reponemos fuerzas y afrontamos el tramo que nos une hasta navacerrada, desde allí bajada hasta La Granja, giro a la derecha y recorriendo los últimos diez kilómetros alcanzamos la meta del día, finalizando en Torrecaballeros, el pueblo que nos vio partir por la mañana temprano.
Y llegado este momento tocaba relax, sentado a la mesa y con el plato lleno de comida, momento de risas, anécdotas y análisis del día. Como siempre, todo salió fabuloso, todos contento y todos haciendo planes para la próxima, síntoma de que lo pasamos bien en cada una de nuestras aventuras de bici. Sin duda, como dice David, lo más duro no han sido los puertos sino el filete de caucho de la comida.

Dejo todas las fotos en el siguiente enlace: AQUI














domingo, 16 de febrero de 2020

No estábamos todos, pero casi

Entiendo por la ocasión que había que hacer crónica de la misma, desde hace meses no se juntaban tantos componentes del grupo para rodar en bici juntos, y aclaro esto porque para asuntos gastronómicos no hace mucho que también hubo una buena convocatoria, justificada por sendos cumpleaños. El de Kitos y el de Rafa.
Si bien es justo decir que no estábamos todos pero, si la mayoría, entre ellos el nuevo, Jose, que le distinguimos por sus calcetines, al final creará tendencia y habrá que agradecer su iniciativa.

En aras de nuestra preparación para lo que se avecina, forzados en parte y obligados por deber, salimos el sábado en busca de kilómetros y horas de bici, aunque la primera opción era salir en carretera, la previsión de niebla que a la postre fue real, hizo que nos decantáramos por nuestra ruedas gordas, eso también hizo posible que pudiera unirse Rafa que es de los pocos a los que se les resiste la tentación de la carretera. Aprovecho para desearle suerte y que le vaya muy bien en su corrección de vista, y que en el plazo previsto pueda volver a la normalidad.
Y así a la hora que se dijo salimos desde el Goya, con la anunciada niebla y tiempo no muy apacible pero con la convicción de que cambiaría en el transcurso de la mañana. Tuvimos que esperar hasta las 11:00 para ver el sol y alegrarnos la salida, allá por el páramo de Renedo, punto donde nos encaminamos hacia Villabañez, y de allí hasta Sardón, donde tras un reconfortante café, proseguimos camino hacia Traspinedo, La Parrilla y de ahí para casa, para no decir mentira hubo parada en la taberna. Estamos a un mes de acudir a Bilbao, y creo que vamos cogiendo el hilo. Que la próxima sea más numerosa y que el tiempo acompañe en la misma, es el deseo de este que os escribe.

Las fotos: AQUI

sábado, 11 de enero de 2020

Plan de entreno 2020

Debido a la necesidad de tener un guión para llegar a nuestros objetivos, y sabiendo que es una forma más efectiva de motivarnos, sobre todo a salir, pues al final acudimos igual a los eventos pero, reconozco que a la hora de entrenar no es lo mismo tener algo marcado a no tenerlo, y llegar mejor o peor depende de entrenar más o menos.
Ante esto y acogiéndome a lo que hicimos en el 2017, echando cuentas de los eventos más próximos, 15 de marzo Bilbao-Bilbao y 25 de abril Bajo-Tiétar, tenemos 15 semanas de aquí hasta el Tiétar, necesitamos doce de acondicionamiento base y quedarían cuatro para hacer específico, (series, altitud, contacto con montaña, etc), con estos datos estaríamos ahora en el final de la primera semana del primer mesociclo. O sea, que según mis cuentas aún estamos a tiempo aunque empecemos en la segunda semana de las doce. Por tanto a la novena semana ya tendríamos que cumplir con 5 horas de salida y nos coindice con Bilbao, antes habría que ir a primeros de marzo a la sierra o donde subir algo serio, y en abril también a principios de mes acudir a alguna ruta que nos condicione al Tiétar.

El cuadro de entrenamiento sería este:


y el calendario con los días y pasados los entrenos os lo dejo aquí:

domingo, 28 de abril de 2019

Marcha "BAJO -TIETAR" la corta pero con sudores finales.

De sobra sabíamos a lo que nos íbamos a enfrentar en estos parajes de este maravilloso valle del Tiétar, con ese conocimiento todos optamos por hacer la marcha con el recorrido más corto que la organización ofrecía pero, los 88 km no iban a ser gratuitos y el esfuerzo a realizar tendría que ser serio.
Y así comenzamos este sábado de Abril con algo de fresco matutino pero, con una previsión de muy buen tiempo. La salida fue algo enrevesada, después de acudir a nuestro cajón...el blanco, hubo un cambio de ubicación a última hora y nos tocó ir al final de la plaza, con lo cual, los primeros kilómetros encontramos mucho tráfico por el numeroso número de participantes.

Aún así, al pasar el tiempo se fue despejando y se empezó a disfrutar del fabuloso paraje que nos rodeaba en todo momento. La suerte de acudir a estas marchas tan numerosas es poder conocer personas de muchos y diferentes lugares, y ayer tuvimos esa suerte en las personas de Nuria, Sonia y Mariano, al marido de Sonia solo le vimos pinchado...¿?. Un matrimonio y medio con los que compartimos mucho tiempo de ruta, simpáticos y buena gente, que eso se ve a la legua.
Llegó Pedro Bernardo y su largo recorrido, pero igual que llegó se fue pasando y con parada obligatoria en el alto de este puerto para contemplar su asombroso paisaje, siempre momento foto que hay que documentarlo todo.
Volvimos a encontrarnos con nuestros recientes amigos de Badajoz, y terminamos este primer puerto a la espera de la famosa subida a la Centenera, aunque para eso hubo que pasar por muchas y variadas subidas y bajadas, que iban minando nuestras piernas y haciendo que nuestro esfuerzo empezase a pasar factura. La organización y las gentes del lugar también cumplieron su función, mientras unos nos tenían estratégicamente situados los lugares donde avituallarnos, los otros nos subían el ánimo con sus aplausos y sus gritos de apoyo, los que transitamos en las marchas de la mitad para atrás, agradecemos enormemente que alguien desinteresadamente te anime en esos momentos, por ello doy las gracias a todos.
Poco a poco entre risas, charlas y otras desventuras , transcurre el tiempo, y con ello los kilómetros. Y así, sin darnos cuenta estábamos subiendo la famosa Centenera, no digo que fuese fácil pero todo pasa en esta vida y, al llegar a ese tramo de carretera sabíamos que estaba terminada la subida.
Desde este punto se baja ya rumbo a Arenas de San Pedro, aunque antes hubo que sortear alguna dificultad que otra, llegamos donde terminamos el año pasado, subiendo al castillo de Arenas de San Pedro. En este avituallamiento nos atendió muy amablemente una tudelana afincada allí, que junto a mi mujer y sus fotos, que de nuevo la vimos en ese punto, fue otro momento de relax y reposición de fuerzas para afrontar el último tramo de la marcha ahora sí dirección Mombeltrán.
Quince kilómetros nos separaban de nuestra meta y el punto donde nos encontrábamos, habíamos restado el desnivel que llevábamos y el que estaba previsto hacer; y nuestras cuentas nos daban un resultado y la realidad nos presentó otro muy distinto, con la paliza ya considerable en nuestras piernas, la bajo tiétar nos reservaba una pequeña sorpresa final, diez kilómetros de mucho subir y poco bajar para cubrir ese último tramo de ruta, allí se hizo esa selección natural de aquellos que no se sabe si van regulando para el sprint final, vigilandose unos a otros o, más bien lo que reserva este momento es juntar a todos los que se juntan como los móviles de última generación queriendo recargar batería del que va al lado. La visión desde lo alto de la ladera del castillo de Mombeltrán nos hizo sospechar que estábamos al caer, literalmente hubiese sido así por la altura que teníamos ganada, pero aún tuvimos que subir otro poco ya para retorcerse en la bici y por fín, bajar a la meta situada en el mismo lugar donde a las 8:30 de la mañana habíamos salido.
Felices y contentos cruzamos la meta y se nos pasaron lo males, nos abrazamos por otro reto conseguido y fuimos derechos a por las patatas revolconas que tenían guisadas para nosotros.
Otra más en el haber, seguiremos a por otras, disfrutando de sus paisajes, de sus gentes y seguiremos conociendo gentes de esta nuestra España maravillosa.
Y despido con la letra de esa jota de la zona, "Al pasar el puerto el Pico, volví la cara llorando, adiós pueblo de mi valle, que lejos te vas quedando". Y así desaparecimos rumbo a nuestra querida Tudela de Duero.
Os dejo todas las fotos AQUI espero que las disfrutéis.





lunes, 22 de abril de 2019

RUTA DE LOS PANTANOS Y SUBIDA AL SANTUARIO DE LA VIRGEN DEL BREZO


La Semana Santa suele ser aprovechada para hacer planes por los cuatro día que son de periodo vacacional, como no podía ser menos nosotros también hicimos planes eso sí, siempre pendientes del estado meteorológico, que en estos días es muy cambiante, y anunciaban lluvia para jueves y viernes.
El jueves santo quedó descartado por lluvia, fue menos de la que anunciaron pero, por si acaso ese día nos quedamos en casa, el viernes pese a no estar del todo seguros, los caminantes decidimos acercarnos a hacer la segunda parte del soplao a pata, y nos llovió, poco, pero llovió.
Y como sábado y domingo daban bueno por el norte, pues cambiamos la ruta prevista en primer lugar a la zona de Ávila con nuestra bici de carretera, por una desde Cervera de Pisuerga, llamada la ruta de los pantanos. Un recorrido entre esta localidad y Guardo, que ofrece un vistoso recorrido a lo largo de sus 56 kilómetros entre Velilla del río Carrión y La mentada Cervera de Pisuerga.


Sabiendo que el viento iba  a soplar con una fuerza considerable, decidimos cambiar el sentido de la marcha, y encaminarnos hasta Guardo por una carretera paralela, la cuál a unos cinco kilómetros antes de Guardo, nos avisa de la subida al Santuario de la Virgen del Brezo, 2,5 kilómetros muy llevaderos después de salvar una primera rampa del 16%. Fue subir y bajar, encaminarnos a Guardo y de ahí a Velilla, donde estaba previsto tomar el café de la mañana, en el bar Stop, conocido de sobra por todos nosotros.
Siendo este el punto más lejano de la partida, solo nos quedaba cubrir los 56 km que nos acercarían de nuevo  Cervera. El viento sabíamos que nos iba a dar de cara pero, el zigzagueo de la carretera  y la arboleda que por esa parte abunda más, nos hizo llevadero todo el tramo, y si a ello añadimos lo vistoso del recorrido, ahora sí, divisando los numeroso pantanos, poco a poco conseguimos nuestro objetivo que era llegar donde dejamos los coches, Ruesga; un pueblecito justo al lado de Cervera.


Lo que allí nos esperaba es mejor no contarlo para no herir sensibilidades, pero solo digo que no dejamos ni un solo trozo y que me gustó tanto que ahora os escribo casi desde el mismo sitio, y esperando a que llegue mañana la hora de la comida, la cual repetiré con lo mismo, pues el buen yantar es algo que deja huella.
Total, que el día fue espectacular en cuanto a ruta, inmejorable compañía, y para rematar los cabeceros como dice Juancar 2 kilos de carne a la piedra…superior. Seguro que volveremos, como he vuelto Yo después de 22 años que estuve haciendo esta misma ruta.

Las FOTOS: AQUÍ

sábado, 13 de abril de 2019

Ruta por los Tres Valles y otras de Abril

Hoy en mi afán por contar lo que acontece en nuestro mundo de ruedas, baches, cuestas y todo lo que nos enturbia y nos agrada, quiero escribir las aventuras de este mes de Abril, para no alargar en el tiempo mis relatos, que es bueno dejar constancia de lo hecho.
Pues bien, no ha mucho tiempo atrás, una nueva corriente en nuestros muchos devaneos con la bici, surge la tendencia de la carretera, no se si hartos de las ruedas gordas, de los barros o simplemente que de todo hay que probar, quizás esto es por lo que más me decanto, pues no creo que nos hayamos aburrido de la montaña. Sea como sea con un periodo muy breve para mi asombro, la mayoría de nosotros se ha hecho con una bici de carrera, como se decía en mi época.
Hablo de mi asombro pero en realidad es satisfacción, pues como todos sabéis Yo vengo de ese mundo de las ruedas flacas. Así hoy a petición de David y con gran acierto en todo, tiempo, lugar y compañía, hemos realizado una ruta por las proximidades de Palencia, lugar algo lejano para salir desde Tudela,  por lo que nos hemos acercado hasta Castrillo Tejeriego, desde allí los 5 de Tudela y Luis Ángel que se acercó desde Quintanilla, partimos hacia la gran ruta que nos tenía preparada David. Anécdota incluida, entre unos y otros Kitos se quedó en tierra, no  relatare los detalles porque nos sacan cantares....jajajaja.
Como fuera los seis, incluido Kitos y su nueva gran máquina, encaminamos la primera subida hacia Villafuerte, de allí hasta Amusquillo es bajada, Alba de Cerrato y Cevico la Torre después de unos kilómetros, y allí, muy a su pesar tuvieron que tomar la ruta corta Miguel, Juancar y Kitos, que mañana les espera el moral y afganistán,pero antes de tomar el giro pregunta obligada a un buen hombre que por allí andaba: ¿dónde está el bar?...y se dirigieron a él sin dudarlo. Los otros tres, David, Luis Angel y el que escribe, continuaron ruta hacia Valle de Cerrato, Hontoria de Cerrato y Tariego donde una carretera nos une de nuevo a Cevico, subidas, bajadas, bajadas, subidas y vuelta por donde fueron los otros...Cubillas de Cerrato, Población y Esguevillas, donde después de tomar un café en el Mayca, seguimos hasta alcanzar Piña de Esgueva, ya en ese otro valle por el cual lleva su nombre esta población.
LLenamos la cantimplora de agua en su fuente, y afrontamos la penúltima subida de la mañana, bajando hasta nuestro destino con llegada a las 13:00, siendo tan pronto, decidimos acompañar a Luis Ángel en su regreso a Quintanilla, aunque para ello fuese necesario un último esfuerzo en una última subida, y solo fue subir dar la vuelta y volver a Castrillo donde se nos acabó la bonita pero castigadora ruta por los tres valles...repetiremos sin duda.
Aunque esta de hoy ha sido la excusa para hacer este escrito, tenemos que contar que este mes también estuvimos en Toro, otro año más nos deleitaron con una ruta entretenida  a la par que dura, muy recomendada para los amantes de las sendas, y por fin pudimos disfrutar y sufrir de la subida  a la colegiata, a lo cual diré que hay que guardar algo de fuerzas en la reserva para afrontar sus duras rampas.
Seguiremos informando, y seguiremos dando pedales por donde nos lleven las diferentes rutas a las que se nos ocurra acudir, a propósito, estamos esperando la recuperación de Rafa que tiene que empezar y ponerse al día, es buen guerrero y estoy seguro que volverá fuerte como siempre.

Las fotos de hoy: AQUÍ